Mantener los sistemas de calefacción en buenas condiciones, nos permite fiarnos de su perfecto funcionamiento, y alargamos su vida útil como su rendimiento.
Algunos aparatos como las calderas pueden presentar ciertos riesgos si no se cumplen las especificaciones de revisión y mantenimiento.
En concreto las calderas, es obligatorio un mantenimiento periódico (anual)
El mantenimiento lo podemos contratar con cualquier instalador autorizado, que nos ofrezca estos servicios, con algunas empresas suministradoras de gas y electricidad que también lo ofrecen, o los servicios técnicos oficiales de marca (SAT) que son los que nosotros recomendamos y que nos ofrecen más garantías en cuanto al cuidado y conservación de nuestro producto.
La caldera debe encontrarse en perfecto estado de limpieza, ya que la suciedad puede generar una mala combustión y una pérdida de rendimiento. Por ello se debe limpiar periódicamente para evitar la incrustación de hollín y carbonilla en el quemador y circuito de paso de humos. Deben revisarse también las juntas, puertas y registros pues cualquier entrada de aire no deseada nos reduce el rendimiento y nos reduce la seguridad.Sin olvidarnos de las incrustaciones de cal, disminuyen el rendimiento y reducen la vida útil de nuestra caldera, por eso recomendamos utilizar agua tratada siempre que sea posible.
Pues para empezar uno no suele tener los elementos necesarios y obligatorios para realizaros, como por ejemplo, las pruebas de combustión o estanqueidad del circuito de gas en su casa, pero si hay ciertos detalles que podemos observar y que nos mantendrán alerta de el correcto funcionamiento de nuestra maquina.
Ademas que esta operación esta totalmente desindicada para personas que no tengan un mínimo de conocimiento o familiaridad con estos aparatos y que cuando se trata de manipular la linea de gas es necesario una serie de carnets profesionales que nos autorizan a ello.
